Oportunidad internacional: Dominar un segundo idioma te permite estudiar, trabajar y vivir en el extranjero, facilitando la comunicación y el acceso a nuevas oportunidades laborales.
Crecimiento personal: Aprender un idioma abre nuevas perspectivas, mejora la comprensión cultural y te convierte en un ciudadano global.
Mejora mental: Estudiar otro idioma fortalece la memoria, concentración y puede retrasar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Fuente: British Council